Estamos iniciando el Curso de Formación de Voluntariado Internacional 2013 -2014 y qué mejor momento para retomar nuestra sección Diarios de un Campo de Trabajo con un nuevo relato de una voluntaria que durante este verano ha estado participando en el Campo de Trabajo de Namaacha, en Mozambique.

Veamos qué nos cuenta:

Siempre he querido hacer un viaje de este tipo. Algo me decía que una parte de mi vocación estaba ahí. Me lo ha impedido la falta de confianza al no ver las cosas claras en algunas organizaciones a las que me acerqué para ello, pero con VIDES no tuve ninguna duda porque ya conocía su gran trabajo.El curso de formación fue muy enriquecedor y totalmente necesario. Me sentí como en casa desde el primer día y no tuve ninguna duda de viajar en ningún momento. VIDES se ganó mi confianza en todos los aspectos y lo demostró a cada paso.

Tengo alma de viajera, para mí el comienzo del viaje fue muy emocionante, un país nuevo, una cultura nueva y un trabajo desinteresado…era perfecto…sentí mucha grandeza. La acogida en Maputo y en Namaacha fue espectacular, me hicieron sentir alguien muy importante. Me sentí completamente llena de amor.

Las salesianas hacen una labor impresionante. Me arrepentí de no haber estudiado más portugués…la falta del idioma me impedía relacionarme como deseaba…es uno de los grandes consejos que daría. Me costó ganarme a las niñas pero cuando lo conseguí sentía que yo estaba allí para que me ayudaran a mí y no al revés…me aportaron tanto que podía sentir a Dios en cada rincón de mi ser.

El lugar, la gente, la cultura… es otro mundo… otro mundo esperándote para hacerte uno de los mayores regalos que se pueden recibir en la vida.

También me siento afortunada por haber compartido la experiencia con mis tres compañeros de voluntariado…fue genial… me han aportado mucho.

La vuelta fue dura… y algo de mí se quedó allí… pero no tengo lugar para la tristeza… todo lo contrario… porque algo de mí se quedó pero ME TRAJE TANTO!

Por supuesto que volveré a repetir un viaje así. Y recomiendo de todo corazón que se animen a hacerlo porque no importa dónde vayas pero sí lo que los viajes hacen de ti… y estos viajes te transforman, te abren la mente, te enriquecen en todos los aspectos, te llenan de amor y nunca, nunca más, vuelves a ser la misma. Esto no se puede conseguir de otra manera que no sea dando lo mejor de ti misma a los demás.

Me siento muy feliz con la experiencia y muy agradecida a VIDES por darme la oportunidad de crecer más por dentro… GRACIAS A TODOS… espero poder corresponderos de la misma manera…por lo menos.