Os dejamos un artículo aparecido en la revista local «Txantrean Auzolan» de Navarra en donde se habla del ropero solidario que los voluntarios y voluntarias de la delegación de VIDES en Navarra organizan cada martes y jueves:

«Esta crisis está haciendo a la gente más generosa, ya que se está preocupando de los demás»

Desde hace más de una década, quince voluntarias trabajan en el ropero solidario situado en las Salesianas (antiguo Colegio maría auxiliadora) de la txantrea. este proyecto forma parte de la onG videS y ofrece ropa a personas que la necesitan. «ellos vienen al ropero y escogen la ropa a cambio de un precio significativo: un euro por prenda o un euro tres prendas. el dinero que recaudamos lo destinamos a otros proyectos solidarios», explica Mª Carmen San miguel, responsable del ropero solidario.

El ropero se nutre de prendas que trae la gente. Todos los martes el centro abre sus puertas de 10:00 a 13:00 y de 16:00 a 18:00 para que todo aquel que quiera done todo aquello que no utiliza y pueda servir a otras personas. Como relata la hermana Salesiana:«Traen prendas sobre todo, pero también ropa de cama, toallas, y otros utensilios y mobiliario: electrodomésticos, mesas, sillas… Generalmente, en el ropero solo se pone a disposición la ropa, pero si alguien necesita una mesa, platos o algo que tengamos, se lo ofrecemos».

Los interesados en adquirir ropa acuden los martes, mañana y tarde, y jueves solo en horario vespertino, que es cuando se muestran las prendas al público. Hasta las instalaciones de las Salesianas llegan prendas para gente adulta y también reciben bastante ropa para niños. «Dado que los más pequeños crecen enseguida, muchas veces la ropa se les queda en muy buen estado y se puede aprovechar. Y también nos han traído alguna vez cunas y carritos, y todo esto ayuda mucho a la gente que lo necesita», detalla Mª Carmen San Miguel.

Las voluntarias, vecinas del barrio, recogen la ropa y la clasifican. «Si está en buenas condiciones se percha la ropa y se distribuye en percheros para mostrarlo a la gente. A veces nos dan cosas que están sin estrenar o muy bien conservadas; esta ropa la guardamos para ponerla en un stand solidario que colocamos en la Sala Mikael de la Plaza de la Cruz dos veces al año, una en noviembre-diciembre, y la otra en mayo-junio, y cuyo objetivo es recaudar dinero para proyectos del tercer mundo», afirma.

Pero además, esta iniciativa también cuenta con el apoyo de tiendas que antes de cerrar donan sus prendas, así como establecimientos hoteleros, que ofrecen su ropa de cama cuando la renuevan. «Recientemente nos han dado una dotación de 80 o 90 mantas que vienen muy bien, porque se pueden ir repartiendo a la gente ahora que hace frío. Es ahora también, en invierno, cuando más nos piden calzado, jerseys y pantalones», señala Mª Carmen San Miguel. Además destaca que la situación actual ha fomentado la solidaridad: «Esta crisis está haciendo a la gente muy generosa, ya que se está preocupando de los demás».

Punto de referencia en el
Barrio:
Cada vez hay más gente necesitada, pero el sector de la población que más acude a este punto solidario son los inmigrantes, así como gente que acude a las actividades que se organizan en el Centro María Auxiliadora y que se ve necesitada. «Se nota mucho la crisis y lo que intentamos es ayudar a esas personas que están bajo mínimos. Conforme vamos hablando con ellos, les vas conociendo un poco más y ellos mismos se abren y te cuentan lo que están pasando. O simplemente les ves y te das cuenta que hay niños que vienen desarropados, o que no corretean como otros porque no han comido o tienen sueño.
Y con el tiempo vas conociendo a las familias. De hecho, algunas madres han venido aquí estando embarazadas y ahora vienen con los niños», explica la responsable.

La cercanía con la que se atiende a las personas es una característica que convierte al ropero solidario en un centro de referencia en el barrio. «Te acercas a hablar con ellos, interesándote por su situación y entablas una conversación con ellos. A algunos ya los conocemos desde hace bastante tiempo y sabemos cuáles son sus necesidades. Por ejemplo, si hay gente que va a ir unos meses a su país se les da más ropa para que se la lleven por si la necesitan. O hay gente que no tiene dinero para pagar, y se intenta favorecer su situación», apunta San Miguel.

Otros proyectos:
Actualmente, la ONG VIDES colabora con distintos proyectos en Haití, República Democrática del Congo, Mozambique y Guinea Ecuatorial, la mayoría dirigidos a la infancia, el sector más vulnerable. Además, la Congregación Hijas de María Auxiliadora tiene presen cia misionera por todo el mundo, en este aspecto destaca: «También hay Salesianas navarras misioneras que colaboran con los países más necesitados.

En Guinea Ecuatorial está Carmen Nuin; en Togo, Mª Jesús Goñi; en Venezuela, dos txantreanas: Isabel Eguíllor y Amparo Mugueta; y en Bolivia, Amaya Razquin».
Sin embargo, no resulta nada fácil el envío de material a aquellos países. De hecho, es uno de los motivos por los que surgió el ropero solidario, ya que ante la imposibilidad de enviar hasta allí la ropa que iba llegando se decidió montar el mercadillo en Pamplona, y
enviar el dinero recaudado a los países que lo necesiten. «Hemos querido mandar máquinas de coser, por ejemplo, pero nos dicen que es mejor que les mandemos el dinero porque allí las compran más baratas y también sirve para fomentar el mercado de allí», cuenta.

Para todos estos proyectos destinados al tercer mundo, ONG VIDES, además de con la colaboración del ciudadano, por ejemplo con la campaña anual del kilo, también cuenta con el respaldo de las instituciones a través de subvenciones. «Por ejemplo, el Ayuntamiento de Pamplona nos ha concedido recientemente una subvención para ayudar a un proyecto en Mozambique», detalla.

En el siguiente enlace aparece el artículo original:  Txantrean Auzolan Febrero