Continua en marcha la campaña de la Federación Aragonesa de Solidaridad «Estamos Conectad@s», mediante la cual se quiere visibilizar los logros de la cooperación aragonesa, «conectando» a la sociedad con las ONGD que trabajan en más de 45 países.

En esta ocasión toca hablar de los logros conseguidos en lo referente a la escolarización de niños y niñas, y es que la cooperación aragonesa ha sido capaz en un año de ayudar a la escolarización de 12.000 niños y niñas en 17 países del mundo.

Como bien sabéis, en VIDES realizamos múltiples proyectos de cooperación centrados en el acceso a la educación de todos los niños y niñas en distintos países del Sur.

A continuación os dejamos con la nota de prensa emitida por la Federación Aragonesa de Solidaridad:

Ayudar a la escolarización de 12.000 niñas y niños en todo el mundo es una muestra de lo que la cooperación aragonesa es capaz de conseguir en tan sólo un año, a través del trabajo de las Organizaciones No Gubernamentales de Cooperación al Desarrollo (ONGD) que integran la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS). El dato concreto, por ejemplo en 2013, es que se apoyaron 96 escuelas en 17 países. Mostrar esta capacidad y conexión de Aragón con causas solidarias que ayudan a miles de personas en todo el mundo es el objetivo de la campaña “Estamos conectad@s” que desde hace meses la FAS difunde en redes sociales, en puntos informativos en las sedes de las 50 ONGD que la integran, y a pie de calle, en mupis y autobuses, ya que esta campaña cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Zaragoza. Y por supuesto, además de informar, se pretende que la ciudadanía se interese sobre las distintas formas de colaborar y poder así sumar más voluntarios y ayudas para la diversidad de proyectos de cooperación que se impulsan desde la FAS y que llegan actualmente a más de 45 países del mundo.

Hoy, la FAS quiere poner el foco de atención en la educación como un derecho humano fundamental y una herramienta decisiva para el desarrollo de las personas y las sociedades. La educación contribuye a mejorar la vida y es una pieza clave para acabar con el círculo de pobreza que amenaza a muchos niños de países en desarrollo. Permite a los niños y niñas adquirir el conocimiento y las aptitudes necesarios para adoptar formas de vida saludables y asumir un papel activo en la toma de las decisiones que les van a afectar en el futuro.

Así, pone en valor los datos del Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo 2015 de la UNESCO, que refleja entre los avances conseguidos que la tasa neta de matriculación en enseñanza primaria en las regiones en desarrollo ha alcanzado el 91% en 2015. También, que la cantidad de niños en edad de recibir enseñanza primaria que no asistió a la escuela cayó a casi la mitad a nivel mundial, pasando de 100 millones en el año 2000 a aproximadamente 57 millones en 2015. Y la tasa de alfabetización de los jóvenes entre 15 y 24 años ha aumentado globalmente de 83% a 91% entre 1990 y 2015.

Pero a pesar de estos datos positivos, 32 ONGD de la FAS que trabajan en educación recuerdan que sigue habiendo muchos frentes abiertos y la cooperación al desarrollo sigue siendo clave para dar la vuelta a realidades tan preocupantes como que alrededor de 57 millones de niños en todo el mundo que están en edad de acudir a la escuela primaria no lo hacen, y más de la mitad son chicas. Aunque las disparidades en el acceso a la educación han disminuido en la mayor parte de los países, millones de niños siguen sin tener acceso a la educación por desventajas asociadas a la pobreza, el sexo, la ubicación geográfica y la pertenencia étnica.

Por ello, recuerdan que para que todos los niños puedan acceder a la educación, en el próximo decenio ha de ponerse gran empeño en dar prioridad a los niños desfavorecidos y marginados, en particular a los millones de niños con discapacidad y los que viven en situaciones complejas de emergencia, y debe trabajarse más para localizar a esos niños.

Para mostrar cómo cooperar en educación puede mejorar el mundo, la FAS aporta el dato de que durante las últimas cuatro décadas, el incremento mundial que ha experimentado la educación de las mujeres ha evitado más de cuatro millones de muertes infantiles. Asimismo, señala que sería posible librar de la pobreza al 12% de las personas pobres (más de 170 millones) si todos los estudiantes de estos países tuvieran aptitudes de lectura básicas. Y otro apunte más: 1 millón de dólares invertidos en educación y aptitudes equivale a 10 millones de crecimiento económico.

En esta línea, desde UNICEF se plantea la siguiente reflexión: “Dentro de 20 años, los niños y niñas de hoy serán adultos, con sus propias historias y experiencias que se están gestando ahora. Dentro de 20 años, los estudiantes de hoy serán profesionales, con conocimientos y habilidades adquiridas a lo largo de años de educación. Y dentro de 20 años, los menores de edad actualmente desescolarizados, la mayoría de los cuales son niñas, se preguntarán por qué permitimos que se les privara de su derecho”.

Hoy, especialmente, la FAS quiere recordar la historia de Malala Yousafzai que, empeñada en estudiar, fue tiroteada y casi asesinada por militantes talibanes en Pakistán cuando regresaba de la escuela a su casa. El haber sobrevivido la ha convertido en una defensora aún más comprometida con la educación universal. Desde la Federación Aragonesa de Solidaridad el llamamiento a la ciudadanía es muy claro:“todos, en la medida de nuestras posibilidades, podemos ayudar, sumarnos a Malala y a todos los niños, niñas y jóvenes del mundo para que la educación sea su oportunidad para vivir en un mundo más justo y más solidario”.