La experiencia de las dos voluntarias que están en el Campo de Trabajo de Namaacha está a punto de concluir.

Antes de regresar nos cuentan que han estado trabajado en la escolinha por las mañanas, y por las tardes han estado con trabajos varios, como pintar dibujos en el patio, ordenar la biblioteca, catalogar el laboratorio de química, y hasta hacer la decoración de los cuartos de las niñas!

Como veis, siempre hay algo que hacer!